Blogia
c.dolores.escudero Obra

ESTUVIMOS A PUNTO DE ECHARTE A LLORAR

ESTUVIMOS A PUNTO DE ECHARTE A LLORAR

ESTUVIMOS A PUNTO DE ECHARTE A LLORAR

PRÓLOGO




Lloraba estando raso, muy seguido, casi llorando.
Medio litro de color pompeyano,
hija de sus obras,
planta inferior,
orden que forma.
Lo vi con mis propios ojos.
Los pajaritos de su respiración o vasija
que contiene una cosa.

(M de La Fuente)






Estuvimos a punto de echarte a llorar:

Hay un pájaro
ebrio
junto al charco.








Si me favorecen los vientos…
Si me favorecen. seré llevada hasta tu dermis, y allí esparcida;
aunque de esta forma (apoyada en hoja no vegetal), sea como
una perla que se lamenta de ausencia de garganta.

Hubo un tiempo de paisaje cambiante. En ti llanura y cima,
verdor o resquebrajada sequedad de tierra, aguacero o higuera
que aplaca sol.
Hubo un tiempo…
Hoy la orilla es imposible. Tú resaca. Tú remolino que succiona
mis piernas a tu profundidad.
Mi vocación son tus pasos.
Yo regresada desde tu abrigo. Desnudez. Tu abrigo.

Si debes partir, que no sea en carrera. No con zancada.

Van de puntillas los segmentos que dejaste en mi muñeca. ¿Sabes?
Se me escaparon todas las venas la noche de vorágines.
Se me escaparon anudándose a las tuyas.
Y tú lo permitiste. Lo permitías.
¿Continuarán los barcos después de ti y de mí?

Ya casi no tengo necesidad de que me toques para sentirme inventada
por ti, para sentirme tuya. Para que brote esa catarata al límite
de mi tronco.
Tú, columpiando la clave de nuestro idioma; columpiándola hasta hacerla saltar
por el aire, más allá de cúmulos, nimbos y cirros.
Contemplaré como alguien, más ligero que bombarda, abraza
tus juncos, es amparado de demasiada luz bajo tu pelo.

Déjame pensar que tú no sientes tanta decepción, que me permitirás
aún el vértigo.
Tal vez amar no es sino desafiar; y yo te he dado oportunidad
de comprobar mi cobardía. No quise dejar huellas de tristeza sobre ti.
Yo siembro.
Yo recojo.
como Breton te digo: << lo que yo he amado, lo haya conservado
o no, lo amaré siempre>>.
Quien te ama es una mujer.

No lo permitas…
se hunden labios. Las palabras quieren vencer rampa.
Yo calcinada en silencios. Más. Más. más. ¡Oh tu potestad!.
Ni un soplo de aire. No llegas. Todo espeso pantano.
Vampiroausencia.
No lo permitas…

No mastico palomas. Tú y yo para tablero de ajedrez.
Fuego en carne. Celebrar cielo y sombra.
Pídeme. Yo te presto mis ojos. Yo para respirarte.
Marejada.
Mi infancia.
Latí.
Ser capricho de tus brazos.
Tu sexo. El pórtico.
Amparar los ciclones de tu lengua.
Nunca lo he dicho.
Te amo.
Lengua pan y arcada.
Yo. Que amo tu lengua.
Rectifica mi flanco. Deja que tus dedos avancen por él
como amorosas orugas. Galopa.
Galopa.
Conquista mi geografía. Sin resistencia a tu exploración.
Orgullo de haber besado tus rodillas.
De haber sido velada.
De tu cuello. De ser el hueco dónde alguna vez te cobijaste.

Yo, que tanto deseo navegar junto a ti,
¿cómo pedirte el mar?.

J´appelle.


))((


A Concha García
de “Las escapadas





Arder en lo presentido.

A las tres de la tarde
me alimento
de tus signos.

No llega el veneno

de la alternativa
o tus víboras.

Lo único que une mi tos a tu farándula
inútil te necesito o
mucho
mucho
mucho
ancho infierno
el pájaro que esta vez
no ha visto nada
ni testigos.

Después de todo
agoniza
un espanto
de
mujer.


))((


A José Mª Bartolomé
en esta Cátedra.





Las aletas de tu nariz en el sueño
más velar
más posturas repletas

y se abren las manos
mientras dices
que me quieres
que muy a pesar
de no ser nada o
casi nada
me quieres

y busco tu boca
victoriosamente
y
la realidad es que me besas
me estás besando
en este lecho
no contestara
nadie
tu ámbito
y el vino
más desolado de cualquier
bodega
te hubiese bañado ahora
o los insectos
que indultábamos cada
verano
enamorada de los aires
que
te traen
un bedel de tus
pasillos
empeñada en el sopor
de mi pelo
los niños que no nombrabas
una oportunidad
para degollar
antiguos almanaques

y creerte
creerte
hasta la insolencia
vaivén
para jurar que
amo tanto la media
como
¡viva la naranja entera!
las visitas
púrpuras
inoportunas siembras
para una desbocada cosecha
y tu ropa
y
el cine
y
la lluvia
dulce
cogida a tu mano
puertas para el vientre
las escaleras de su casa
eran cajones
repletos
de hilos
cintas
y
macarrones larguííííííísimos
cubrieron aguas
en el edificio
y
por banderola
izaron
las sábanas
de nuestro
lecho
tropiezo en el cristal
y desfilan
dormidos por las esquinas
quiero que te alejes del algodón
que sueñes mucho
que nos deslicemos por toboganes
hasta
macetas
de jacintos
que deben nacer para ti
esta primavera.

Una vez más
amor
una vez más.


))((


A Uberto Stábile
y
las fresas que coreamos juntos
.




mi cometido de minué. jinete a la grupa de mi danza. flor de mis macetas.
gatito de mis roedores. mayúscula y punto final de mi escritura. pecho de
mi lactancia. cueva de mi prehistoria. elefante del Aníbal que amparo. primera menstruación. raíz de mi bosque. cimiento de mi casa. puntada de mi vestido. salsa de mi manjar. decimonono de mi veintena. Piedad de mi Vaticano. guau de mi perro. cirio de mi procesión. ingeniero de mi puente. matrícula de mis estudios. neumático de mi utilitario. tarima de mi enanez. mayo de mi junio. memoria de mis olvidos. antibiótico de mi gripe. arrullo de mi palomar

¿ Y aún que no sienta celos?


))((


DOS CARTAS: Mi dulce:




I


El silencio por respuesta. Quien calla otorga, dice el pueblo sabio.
Una almohada puede ahogar. Pensé en hacerte pasar la noche en el balcón, sin ropa por supuesto. No pude. Estaba demasiado mal.
Y el sueño que no llegaba. Luego me levanto y me miro al espejo.
Tengo la sensación de tener los dientes muy sucios.
Siempre hay cambios meteorológicos cuando tú no estás.
Muy blancos los pantalones. También puedo aprender a conocer tu espalda.
La distancia no es de colores. Los exponentes de mi ecuación pueden
simplificarse.
En la tarde del día siguiente, un bar quirófano me amparaba con dos
Cubalibres. Pienso en ti. La irrisión…
El metro dirección Argüelles. Una historia más de soledades, << a mis
soledades voy, de mis soledades vengo>>, que dijo el poeta.
Las capacidades son lo más importante. ¡Ah mi dulce… te besaría la nuca!.
Un poco resbaladiza. La mujer es otra forma. Tus manos un baremo para
medirlo todo. Amor terrorista, ¿y si me mandases por los aires?
Deseos de asomarme por tu boca hasta. Te llevo dónde quiero. Tiempo
de betún este. Sólo a mí me niegas.
He conquistado las Termópilas en un caballito de tiovivo. Y dices que te
atrapo. Je je je je. Voy a terminar metiendo la mano en un cesto. Como
Cleopatra.
¿Y si llega el ángel que esperabas y no vino? Pues champagne y socorro.
Y luego, qué hago? Tu boca no es para un beso. Millones.
¿Qué culpa tengo yo ?
El mundo es una naranja, no es un pañuelo. El mundo es una mujer que
baila, que aúpa y despeña.
Creo que alguien ha tratado mal a tu amiga. << Y en la boca llevaré, sabor
a ti>>. Consuelo tibio. Me imagino confidencias.
¡Ah, tú no sabes a quién has albergado!
Me haces Rita Haywort a bofetadas. Impasible el ademán.
Agua del Carmen para reponerme.

He decidido dejarme querer.


II


Me sabes a torrija con canela y vainilla.
Los perros muerden las paralelas de luz que permite la persiana del vecino de enfrente; y mis ideas, a las tres y diez minutos de la madrugada, son el
apéndice extirpado a mi cuerpo hace trece años.

Tú mi visión. Mi líquido hechizante. Apoteosis. Mi séquito de posibilidades.
Lou Red. Yo tu orilla más loca. Nada hasta mí.
Mi instante de júbilo. reunida. Yo para mantequilla de tu tostada.
Carmelo aullante. Maquillaje de mi torpeza. Tú.
Mi conferencia trascendente. Dialéctica de mi piel.
Te amo.

Pasan por malos momentos los geranios del balcón. Falta la riada
de tu risa. Quiero comprar litros y litros de leche contigo. Consagración de mi vino.
Cuá- Cuá. Yo tu patito. Aunque sea feo. Portal de mi trasnochar.
Lunar en triángulo. Acércate. Genuflexión. Laudo laudas laudare.
Trapecista de tus nalgas. Laudavi laudatum. Ovación final.

Amor de venados en monte.
Huella de mi Dios.


))((


Ruedan ojos tras negro en bajada lenta. Siete te aleja.
Me resuenas. Mi abanico yedra. Salpicarte como acto que deseo.
Tú bosque. Yo ardilla.
Tú mirador también. Tú buril.
Para volar, para volar es tu espalda.
Y yo al filo de lamer, entre dientes, aquellas estalactitas de tu saliva.

Sonajeros dicen la hora. Me alzan escalofríos que provocan
inseguridad y la caída.
Congelada boca.
¡Están aserrando el viento vida mía!
Y me grabo y me bordo en ti. Recoveco indispensable. Uno ángulos.


¡Ah mi pisada salpicada!
Adivinarte en contra. Destreza más que atroz.
Esa alianza nuestra y
los venenos.


))((


Tinta ahoga calamar
son los pechos
que agonías de alambre
no se atrevían
no
y chorreando más invierno
o solo se te ve
el lunar
esta luz
perdí las alegrías
o me quedara si te quedaras.


))((


Me tienes
cómo pan la levadura
más alto el mar
o un cansancio de gaviotas
una riada que respeta
el sendero a tu casa
me deja avanzar
y las mareas hablando
a tu cuerpo
criatura de rumores.

Me tienes
como oxígeno el aire
pulpa de membrillo
más dulce
tu frente acotando
mi prisa.

Me tienes
dónde el sol estornuda
de las cosquillas
de tus pies
porque suben cintas
que trenzan
pasos a mi soplo
ocupo el lugar
que es entre ti
y no temo.

Me tienes
dónde alcanzan las natas
a la más frágil saliva
da más hambre
la alborada te nombra
con el eco de mi voz
grande
mi criatura
de espuma
y herida.


))((


POR EL MAR CORREN LAS LIEBRES
(tonto-cuento)

A Calleja.




Te insisto para que no te creas nada de lo que voy diciendo a la gente.
Cuando no puedo doblarme, sigo el consejo de Safo y me quiebro. Luego
nadie viene a juntar pedazos, y así, alcanzo diez y siete clímax (que son
los trozos en los que estoy partida), diez y siete orgasmos, que aun puedo
multiplicar por el número de células de cada uno de los trozos de mi cuerpo.

Podemos hacer memoria; ¡ah los, recuerdos…!
pero yo prefiero soñar, soñar incluso los tormentos que cualquier
dulce indecente me puede provocar.

Se está haciendo muy tarde, y no tengo ganas de jugar al escondite; ni
siquiera al <Me vienen unos deseos locos de agotarte, de consumirte, de mostrarte
al desnudo delante de todos; para que vean que tienes filos cortantes,
y resinas pegajosas, y olvidos que asesinan.
¡Ah si tuvieses una antorcha en cada ojo!; besar y prender, ver como vas
ardiendo: primero el pelo, las cejas, las pestañas… Y ZAS, allí justo,
te apago, y vuelta a besar; pero esta vez, para mitigar tu escozor.

Me encuentro bolitas de miga de pan en el baño.
Me encuentro una caja de madera con signos de amor.
Me encuentro tus trescientas veintisiete fotografías.
Me encuentro tu ropa repartida por la casa.

Apago el cigarrillo, pongo música y un gin-tónic,
me maldigo un poquito.

Te insisto para que no te creas nada de lo que voy diciendo a la gente.

Y a este tonto-cuento lo titulo: <>…


))((


Marzo y los laberintos
el riesgo de tus manos
los infiernos futuros
me saludan
mientras me rozo, con fuerza,
los nudillos, porque no me siento limpia
y me dejo vagabundear por ti
y para ti.
Y no ves que no es nada más que amor o
gracias por tus ramas y por
los ríos que pusiste en mis dedos
como anillos
es el sentido que tiene un canto
tras tu ventana
y no ves que han almacenado anécdotas
las pestañas y que se han perdido
como el manojo de laurel
que traía en la cesta
que hay una trouppe de sediciosos
acampados sobre mis hombros.

No hemos subido a montes para despeñar
infancias –orfandades místicas- no hemos
quemado las naves por si algún capullo
de mariposa viajaba en ellas.

Dame tus señas más imposibles
no me prohíbas nuevamente
la primavera
turba
esas leyes
trázame un mundo para habitar
en tinta china.


))((


Cada misterio de mis órganos manando hasta tus rodillas; dolorosos
pliegues dónde te amo, dónde te esbozo, dónde sospecho que los bordes,
son aquí, el único comienzo posible hacia el futuro.
-Ah mi llama de previsión inmortal!
Por estos días se nos mostrarán acres las máscaras, demasiado acertadas,
que a toda costa querrán impedirme el placer de tus modos de esponja; así, esta puerta será maniobrada, erosionada, por un empeño de accidentes
Tendré que repetir mi show, para saber qué barnices añora y defiende; qué
huida de ruiseñores descomponen sus tardes.
-Calígula.
Y nada más dar el portazo, y nada más colgar el teléfono; me parece
que alías dogmas, que deslizas pedazos de nuestra vida hacia el tiempo
que deja ya de sonar.
Probablemente mañana estaré rogándote, tú, mi tahona, noches de presencia. Por ahora solo puedo intuir la pleamar de tus disgustos.
-Parada, es tan difícil volver.
Éxodo para la furia y escándalo de los justos. Bahía a los ladrones
que regresan a casa.


))((


Yo no
Yo no he sido.

(de y a Consuelo García del Cid)




El empleado del terror mezclaba nuestros sueños,
a fin de hacerlos irreconocibles,
y es evidente que una criatura que no puede reconocer
sus sueños, es una criatura desdichada.
Alguien la había visto a un palmo de su rostro,
y como tomaba su brazo y se dirigía por el pasillo
anterior a los servicios. Allí, alzó sus manos disponiéndolas
lentamente detrás de su cabeza.
Entonces, le introdujo la lengua en la boca.


))((


“…An das göttliche glauben
die allein, die es selber sind”.

Holderlin


A Jörg Bassler




Malditos sean los motivos
y las lámparas que se empeñan en alumbrar
mis tinieblas más amadas.


))((


A Lola Martinsanz,
que imagino tanto, tanto




No debes corear los pomos de mi puerta,
el ceñido de mi abandono.
No debes hacerlo madre mía.
No debes; que solo así,
no se apagaran los ecos
de nuestras palabras
jamás dichas.


))((


A Nacho Gárate




Me da un pequeño ruido,
tal vez amoroso.
Tiene la sana intención
de ensordecerme.


))((


Me tomó como a un jugo
Un pequeño insecto me exploraba
Agüita de lluvia la ducha junto a su cuerpo
Como un dibujo esbozada
Siempre a falta de su firma

Templado sigue el clima
Sin embargo
Hoy tengo frío.


))((


1979 Toda la casa teñida
1981 Toda la casa derramada




Fue demasiado silencio
entonces lo supe

(lo temía tanto
que vino a suceder)

Aún decías de tu embobamiento
al ver como se separaba
como se abría
como se derramaba.
Quitarte el abrigo
subir la manga
callada mirarte

y pretender decir
que aquí
no ha pasado nada…

_

"Estuvimos a punto de echarte a llorar".
(c) C.Dolores Escudero.
Edita: Cuadernos del Mar.
Valencia. 1981





0 comentarios