PRÓLOGO
Lloraba estando raso, muy seguido, casi llorando. Medio litro de color pompeyano, hija de sus obras, planta inferior, orden que forma. Lo vi con mis propios ojos. Los pajaritos de su respiración o vasija que contiene una cosa.
(M de La Fuente)
Estuvimos a punto de echarte a llorar:
Hay un pájaro ebrio junto al charco.
Si me favorecen los vientos… Si me favorecen. seré llevada hasta tu dermis, y allí esparcida; aunque de esta forma (apoyada en hoja no vegetal), sea como una perla que se lamenta de ausencia de garganta.
Hubo un tiempo de paisaje cambiante. En ti llanura y cima, verdor o resquebrajada sequedad de tierra, aguacero o higuera que aplaca sol. Hubo un tiempo… Hoy la orilla es imposible. Tú resaca. Tú remolino que succiona mis piernas a tu profundidad. Mi vocación son tus pasos. Yo regresada desde tu abrigo. Desnudez. Tu abrigo.
Si debes partir, que no sea en carrera. No con zancada.
Van de puntillas los segmentos que dejaste en mi muñeca. ¿Sabes? Se me escaparon todas las venas la noche de vorágines. Se me escaparon anudándose a las tuyas. Y tú lo permitiste. Lo permitías. ¿Continuarán los barcos después de ti y de mí?
Ya casi no tengo necesidad de que me toques para sentirme inventada por ti, para sentirme tuya. Para que brote esa catarata al límite de mi tronco. Tú, columpiando la clave de nuestro idioma; columpiándola hasta hacerla saltar por el aire, más allá de cúmulos, nimbos y cirros. Contemplaré como alguien, más ligero que bombarda, abraza tus juncos, es amparado de demasiada luz bajo tu pelo.
Déjame pensar que tú no sientes tanta decepción, que me permitirás aún el vértigo. Tal vez amar no es sino desafiar; y yo te he dado oportunidad de comprobar mi cobardía. No quise dejar huellas de tristeza sobre ti. Yo siembro. Yo recojo. como Breton te digo: << lo que yo he amado, lo haya conservado o no, lo amaré siempre>>. Quien te ama es una mujer.
No lo permitas… se hunden labios. Las palabras quieren vencer rampa. Yo calcinada en silencios. Más. Más. más. ¡Oh tu potestad!. Ni un soplo de aire. No llegas. Todo espeso pantano. Vampiroausencia. No lo permitas…
No mastico palomas. Tú y yo para tablero de ajedrez. Fuego en carne. Celebrar cielo y sombra. Pídeme. Yo te presto mis ojos. Yo para respirarte. Marejada. Mi infancia. Latí. Ser capricho de tus brazos. Tu sexo. El pórtico. Amparar los ciclones de tu lengua. Nunca lo he dicho. Te amo. Lengua pan y arcada. Yo. Que amo tu lengua. Rectifica mi flanco. Deja que tus dedos avancen por él como amorosas orugas. Galopa. Galopa. Conquista mi geografía. Sin resistencia a tu exploración. Orgullo de haber besado tus rodillas. De haber sido velada. De tu cuello. De ser el hueco dónde alguna vez te cobijaste.
Yo, que tanto deseo navegar junto a ti, ¿cómo pedirte el mar?.
J´appelle.
))((
A Concha García de “Las escapadas”
Arder en lo presentido.
A las tres de la tarde me alimento de tus signos.
No llega el veneno
de la alternativa o tus víboras.
Lo único que une mi tos a tu farándula inútil te necesito o mucho mucho mucho ancho infierno el pájaro que esta vez no ha visto nada ni testigos.
Después de todo agoniza un espanto de mujer.
))((
A José Mª Bartolomé en esta Cátedra.
Las aletas de tu nariz en el sueño más velar más posturas repletas
y se abren las manos mientras dices que me quieres que muy a pesar de no ser nada o casi nada me quieres
y busco tu boca victoriosamente y la realidad es que me besas me estás besando en este lecho no contestara nadie tu ámbito y el vino más desolado de cualquier bodega te hubiese bañado ahora o los insectos que indultábamos cada verano enamorada de los aires que te traen un bedel de tus pasillos empeñada en el sopor de mi pelo los niños que no nombrabas una oportunidad para degollar antiguos almanaques
y creerte creerte hasta la insolencia vaivén para jurar que amo tanto la media como ¡viva la naranja entera! las visitas púrpuras inoportunas siembras para una desbocada cosecha y tu ropa y el cine y la lluvia dulce cogida a tu mano puertas para el vientre las escaleras de su casa eran cajones repletos de hilos cintas y macarrones larguííííííísimos cubrieron aguas en el edificio y por banderola izaron las sábanas de nuestro lecho tropiezo en el cristal y desfilan dormidos por las esquinas quiero que te alejes del algodón que sueñes mucho que nos deslicemos por toboganes hasta macetas de jacintos que deben nacer para ti esta primavera.
Una vez más amor una vez más.
))((
A Uberto Stábile y las fresas que coreamos juntos.
mi cometido de minué. jinete a la grupa de mi danza. flor de mis macetas. gatito de mis roedores. mayúscula y punto final de mi escritura. pecho de mi lactancia. cueva de mi prehistoria. elefante del Aníbal que amparo. primera menstruación. raíz de mi bosque. cimiento de mi casa. puntada de mi vestido. salsa de mi manjar. decimonono de mi veintena. Piedad de mi Vaticano. guau de mi perro. cirio de mi procesión. ingeniero de mi puente. matrícula de mis estudios. neumático de mi utilitario. tarima de mi enanez. mayo de mi junio. memoria de mis olvidos. antibiótico de mi gripe. arrullo de mi palomar
¿ Y aún que no sienta celos?
))((
DOS CARTAS: Mi dulce:
I
El silencio por respuesta. Quien calla otorga, dice el pueblo sabio. Una almohada puede ahogar. Pensé en hacerte pasar la noche en el balcón, sin ropa por supuesto. No pude. Estaba demasiado mal. Y el sueño que no llegaba. Luego me levanto y me miro al espejo. Tengo la sensación de tener los dientes muy sucios. Siempre hay cambios meteorológicos cuando tú no estás. Muy blancos los pantalones. También puedo aprender a conocer tu espalda. La distancia no es de colores. Los exponentes de mi ecuación pueden simplificarse. En la tarde del día siguiente, un bar quirófano me amparaba con dos Cubalibres. Pienso en ti. La irrisión… El metro dirección Argüelles. Una historia más de soledades, << a mis soledades voy, de mis soledades vengo>>, que dijo el poeta. Las capacidades son lo más importante. ¡Ah mi dulce… te besaría la nuca!. Un poco resbaladiza. La mujer es otra forma. Tus manos un baremo para medirlo todo. Amor terrorista, ¿y si me mandases por los aires? Deseos de asomarme por tu boca hasta. Te llevo dónde quiero. Tiempo de betún este. Sólo a mí me niegas. He conquistado las Termópilas en un caballito de tiovivo. Y dices que te atrapo. Je je je je. Voy a terminar metiendo la mano en un cesto. Como Cleopatra. ¿Y si llega el ángel que esperabas y no vino? Pues champagne y socorro. Y luego, qué hago? Tu boca no es para un beso. Millones. ¿Qué culpa tengo yo ? El mundo es una naranja, no es un pañuelo. El mundo es una mujer que baila, que aúpa y despeña. Creo que alguien ha tratado mal a tu amiga. << Y en la boca llevaré, sabor a ti>>. Consuelo tibio. Me imagino confidencias. ¡Ah, tú no sabes a quién has albergado! Me haces Rita Haywort a bofetadas. Impasible el ademán. Agua del Carmen para reponerme.
He decidido dejarme querer.
II
Me sabes a torrija con canela y vainilla. Los perros muerden las paralelas de luz que permite la persiana del vecino de enfrente; y mis ideas, a las tres y diez minutos de la madrugada, son el apéndice extirpado a mi cuerpo hace trece años.
Tú mi visión. Mi líquido hechizante. Apoteosis. Mi séquito de posibilidades. Lou Red. Yo tu orilla más loca. Nada hasta mí. Mi instante de júbilo. reunida. Yo para mantequilla de tu tostada. Carmelo aullante. Maquillaje de mi torpeza. Tú. Mi conferencia trascendente. Dialéctica de mi piel. Te amo.
Pasan por malos momentos los geranios del balcón. Falta la riada de tu risa. Quiero comprar litros y litros de leche contigo. Consagración de mi vino. Cuá- Cuá. Yo tu patito. Aunque sea feo. Portal de mi trasnochar. Lunar en triángulo. Acércate. Genuflexión. Laudo laudas laudare. Trapecista de tus nalgas. Laudavi laudatum. Ovación final.
Amor de venados en monte. Huella de mi Dios.
))((
Ruedan ojos tras negro en bajada lenta. Siete te aleja. Me resuenas. Mi abanico yedra. Salpicarte como acto que deseo. Tú bosque. Yo ardilla. Tú mirador también. Tú buril. Para volar, para volar es tu espalda. Y yo al filo de lamer, entre dientes, aquellas estalactitas de tu saliva.
Sonajeros dicen la hora. Me alzan escalofríos que provocan inseguridad y la caída. Congelada boca. ¡Están aserrando el viento vida mía! Y me grabo y me bordo en ti. Recoveco indispensable. Uno ángulos.
¡Ah mi pisada salpicada! Adivinarte en contra. Destreza más que atroz. Esa alianza nuestra y los venenos.
))((
Tinta ahoga calamar son los pechos que agonías de alambre no se atrevían no y chorreando más invierno o solo se te ve el lunar esta luz perdí las alegrías o me quedara si te quedaras.
))((
Me tienes cómo pan la levadura más alto el mar o un cansancio de gaviotas una riada que respeta el sendero a tu casa me deja avanzar y las mareas hablando a tu cuerpo criatura de rumores.
Me tienes como oxígeno el aire pulpa de membrillo más dulce tu frente acotando mi prisa.
Me tienes dónde el sol estornuda de las cosquillas de tus pies porque suben cintas que trenzan pasos a mi soplo ocupo el lugar que es entre ti y no temo.
Me tienes dónde alcanzan las natas a la más frágil saliva da más hambre la alborada te nombra con el eco de mi voz grande mi criatura de espuma y herida.
))((
POR EL MAR CORREN LAS LIEBRES (tonto-cuento)
A Calleja.
Te insisto para que no te creas nada de lo que voy diciendo a la gente. Cuando no puedo doblarme, sigo el consejo de Safo y me quiebro. Luego nadie viene a juntar pedazos, y así, alcanzo diez y siete clímax (que son los trozos en los que estoy partida), diez y siete orgasmos, que aun puedo multiplicar por el número de células de cada uno de los trozos de mi cuerpo.
Podemos hacer memoria; ¡ah los, recuerdos…! pero yo prefiero soñar, soñar incluso los tormentos que cualquier dulce indecente me puede provocar.
Se está haciendo muy tarde, y no tengo ganas de jugar al escondite; ni siquiera al <Me vienen unos deseos locos de agotarte, de consumirte, de mostrarte al desnudo delante de todos; para que vean que tienes filos cortantes, y resinas pegajosas, y olvidos que asesinan. ¡Ah si tuvieses una antorcha en cada ojo!; besar y prender, ver como vas ardiendo: primero el pelo, las cejas, las pestañas… Y ZAS, allí justo, te apago, y vuelta a besar; pero esta vez, para mitigar tu escozor.
Me encuentro bolitas de miga de pan en el baño. Me encuentro una caja de madera con signos de amor. Me encuentro tus trescientas veintisiete fotografías. Me encuentro tu ropa repartida por la casa.
Apago el cigarrillo, pongo música y un gin-tónic, me maldigo un poquito.
Te insisto para que no te creas nada de lo que voy diciendo a la gente.
Y a este tonto-cuento lo titulo: <>…
))((
Marzo y los laberintos el riesgo de tus manos los infiernos futuros me saludan mientras me rozo, con fuerza, los nudillos, porque no me siento limpia y me dejo vagabundear por ti y para ti. Y no ves que no es nada más que amor o gracias por tus ramas y por los ríos que pusiste en mis dedos como anillos es el sentido que tiene un canto tras tu ventana y no ves que han almacenado anécdotas las pestañas y que se han perdido como el manojo de laurel que traía en la cesta que hay una trouppe de sediciosos acampados sobre mis hombros.
No hemos subido a montes para despeñar infancias –orfandades místicas- no hemos quemado las naves por si algún capullo de mariposa viajaba en ellas.
Dame tus señas más imposibles no me prohíbas nuevamente la primavera turba esas leyes trázame un mundo para habitar en tinta china.
))((
Cada misterio de mis órganos manando hasta tus rodillas; dolorosos pliegues dónde te amo, dónde te esbozo, dónde sospecho que los bordes, son aquí, el único comienzo posible hacia el futuro. -Ah mi llama de previsión inmortal! Por estos días se nos mostrarán acres las máscaras, demasiado acertadas, que a toda costa querrán impedirme el placer de tus modos de esponja; así, esta puerta será maniobrada, erosionada, por un empeño de accidentes Tendré que repetir mi show, para saber qué barnices añora y defiende; qué huida de ruiseñores descomponen sus tardes. -Calígula. Y nada más dar el portazo, y nada más colgar el teléfono; me parece que alías dogmas, que deslizas pedazos de nuestra vida hacia el tiempo que deja ya de sonar. Probablemente mañana estaré rogándote, tú, mi tahona, noches de presencia. Por ahora solo puedo intuir la pleamar de tus disgustos. -Parada, es tan difícil volver. Éxodo para la furia y escándalo de los justos. Bahía a los ladrones que regresan a casa.
))((
Yo no Yo no he sido.
(de y a Consuelo García del Cid)
El empleado del terror mezclaba nuestros sueños, a fin de hacerlos irreconocibles, y es evidente que una criatura que no puede reconocer sus sueños, es una criatura desdichada. Alguien la había visto a un palmo de su rostro, y como tomaba su brazo y se dirigía por el pasillo anterior a los servicios. Allí, alzó sus manos disponiéndolas lentamente detrás de su cabeza. Entonces, le introdujo la lengua en la boca.
))((
“…An das göttliche glauben die allein, die es selber sind”.
Holderlin
A Jörg Bassler
Malditos sean los motivos y las lámparas que se empeñan en alumbrar mis tinieblas más amadas.
))((
A Lola Martinsanz, que imagino tanto, tanto
No debes corear los pomos de mi puerta, el ceñido de mi abandono. No debes hacerlo madre mía. No debes; que solo así, no se apagaran los ecos de nuestras palabras jamás dichas.
))((
A Nacho Gárate
Me da un pequeño ruido, tal vez amoroso. Tiene la sana intención de ensordecerme.
))((
Me tomó como a un jugo Un pequeño insecto me exploraba Agüita de lluvia la ducha junto a su cuerpo Como un dibujo esbozada Siempre a falta de su firma
Templado sigue el clima Sin embargo Hoy tengo frío.
))((
1979 Toda la casa teñida 1981 Toda la casa derramada
Fue demasiado silencio entonces lo supe
(lo temía tanto que vino a suceder)
Aún decías de tu embobamiento al ver como se separaba como se abría como se derramaba. Quitarte el abrigo subir la manga callada mirarte
y pretender decir que aquí no ha pasado nada… _ "Estuvimos a punto de echarte a llorar". (c) C.Dolores Escudero. Edita: Cuadernos del Mar. Valencia. 1981
|
0 comentarios